Desde los enfoques constructivistas, el desarrollo de la toma de conciencia se plantea como una de las metas centrales en el proceso psicoterapéutico, la cual tiene que ir lográndose desde la etapa evolutiva en la cual el niño se encuentra al momento de la consulta. Es decir, se toma como base la etapa del desarrollo del niño para la intervención, ya que será la forma de conocimiento y representación de la realidad que como sujeto realice.
Así, las terapias evolutivas siguen el curso del desarrollo natural del niño, lo cual permite que se mantenga activo en su proceso de desarrollo y de psicoterapia. De ahí que se fomenta el diálogo, el debate, la exploración de la realidad y la relación de significado para el sí mismo.