Utilizo diferentes tipos de libros en mi trabajo con niños ya que considero que son la mejor manera de acercarse y plantear determinada situación sin que este se sienta intimidado o invadido. De hecho, me declaro fan de su utilización sobre todo con aquellos niños que se les dificulta hablar de sí mismos. Por lo tanto, el cuento se ha convertido en una herramienta para propiciar la comunicación y exploración, incluso para el mismo niño puesto que a través del cuento el niño termina entrelazando su “historia personal” con la de los personajes; exponiendo sus miedos, deseos, carencias y virtudes. Esta dimensión emocional de la historia, propicia a que el niño utilice sus propias experiencias para dar interpretación a las situaciones interpersonales que se plantean y posteriormente, abre un canal seguro para compartir su mundo interno. Es seguro porque el niño cree estar basando sus opiniones en los deseos cumplidos o no de los personajes del cuento. Por ello, sugiero que no le pongamos límites a ningún tipo de literatura infantil.
Una de las preguntas comunes con las que me encuentro en mi trabajo es que si recomiendo o no libros con contenido de fantasía. Es normal que los padres expresen su preocupación por el hecho de que los cuentos pueden presentar un mundo irreal ya que les interesa que sus hijos maduren conforme a su edad. Desean que sus hijos estén lo más preparados posible para enfrentar las situaciones de la vida, principalmente, en estos tiempos. Sin embargo, cada tipo de cuento tiene una función estimulante para el desarrollo psicosocial del niño.
Bruno Bettelheim (1994), escribe en Usos del encantamiento – Significado e Importancia de los Cuentos de Hadas que “El niño necesita, fundamentalmente, que se le den sugerencias en forma simbólica sobre cómo debe manejar estos problemas y así madurar con seguridad” (p.7-8). Por otro lado, Oaklander (1992), afirma que los cuentos, en este caso de hadas, si impactan directamente sobre las emociones universales básicas, tales como lo son el amor, odio, miedo, ira, soledad y sentimientos de aislamiento, inutilidad y carencia.
En la literatura, se plantean tres tipos de cuentos:
1. Cuentos maravillosos: Sus personajes son seres mágicos, algunos con morfología entre humano y criatura animal que poseen habilidades sobrenaturales. La trama consiste en encantamientos y aventuras que desafían al protagonista, ya sea para poseer algo que desea o en torno a un daño causado a alguien. ¿Dónde radica su utilidad? Pensemos en un cuento de princesas, donde la princesa es rescatada por el príncipe. El príncipe tiene que tomar valor y utilizar su agresión para vencer al dragón quien mantiene aislada a la princesa. El trasfondo del mensaje es que el enojo no es precisamente una emoción negativa como socialmente pudiera interpretarse, sino, que permite dar paso a la agresión como una manera de protegerse o proteger a los suyos.
Cuando hablamos del desarrollo socio-emocional del niño, principalmente durante los primeros 6 años, está en una constante lucha entre las demandas sociales (comportamientos aceptados) y los impulsos propios de la condición humana, especialmente cuando hablamos de niños con temperamento colérico. Por ende, resulta en ocasiones difícil comprender cómo funciona la emoción en determinadas situaciones sociales. El niño necesita este tipo de contexto donde se presentan posturas valóricas claras. Además no hay que olvidarnos, que el desarrollo socio-emocional también es progresivo y es a través de la fantasía en las historias, en el juego donde se podrá dar la evolución, ya que en las historias, en el juego se pueden presentar situaciones que a veces no se dan en la vida real del niño. Sugiero este tipo de libros cuando se trata de niños que tienen dificultades para identificar y expresar sus emociones, sobre todo aquellas que tienen que ver con la frustración, enojo, miedo, envidia y celos.
2. Cuentos de animales: Adquieren rasgos humanos, las temáticas principalmente giran en torno a las oposiciones y las diferencias entre los personajes: astutos v/s feroces, pequeños v/s grandes. Asimismo, aborda dificultades propias de las relaciones humanas y que precisamente radican en las diferencias. En la mayoría de este tipo de cuentos se refuerzan aspectos que tienen que ver con valores como la amistad, el amor, la familia, tolerancia, respeto, etc… Se sugiere este tipo de cuento con niños mas pequeños ya que es una manera menos amenazante cuando se trata de hablar de dificultades que han tenido lugar en la vida del menor. Este tipo de libros se puede enriquecer con utilización de títeres, que a su vez ayudan a prolongar la atención y ampliar el canal de comunicación con el niño.
3. Cuentos de costumbres: Contienen elementos de la vida real, es decir, la manera de vivir, las costumbres. En fin, todo lo que es cultura. Este tipo de cuento/ historia, permite al niño comprender y comparar la realidad propia a la del otro y a partir de ello replantearse una o varias situaciones experimentadas. Estimulando el que el niño piense e hipotetise soluciones o nuevas situaciones a partir de los eventos planteados en la historia. Este tipo de cuento lo sugiero para niños a partir de 4to Grado de Primaria, cuando ya inician a enfocarse más en las vicisitudes en su relación con los otros.
Psic. Infantil Juliana Mancillas
Licenciada en Psicología Infantil por Cetys Universidad, Tijuana. Especialidad en Trastornos del Neurodesarrollo. Ocho años de experiencia en Consulta Privada a Padres y Maestros. Actualmente, coordinadora de Dpto. Psicopedagógico en una Institución Educativa Privada.
Hola Juliana muy interesante el artículo estoy compartiendo con mis sobrinas que tienen pequeños. FELICIDADES