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¿Qué Edad es la Óptima para Promover la Consolidación de Lectoescritura en los Niños?

En la actualidad cada vez es más común encontrar en el aula a niños con rezago en la adquisición y consolidación de la Lectoescritura. De acuerdo con las nuevas estimaciones del Instituto de Estadística de la UNESCO (2017); globalmente, seis de cada diez niños y adolescentes no están alcanzando los niveles mínimos de competencia en lectura; como consecuencia, la escritura se ve comprometida. Pero, ¿Qué estará pasando? ¿Acaso los modelos educativos son obsoletos frente a estas “nuevas” generaciones? Basta con revisar la historia de los sistemas educativos, los cuales siempre han estado basados en una época, a una estructura económica y social. Nuestra época no es la excepción; la globalización ha proliferado procesos antipedagógicos.

 Por otro lado, también con el paso del tiempo las instituciones educativas, principalmente en el sector privado, se han encargado de promover la adquisición de dicho proceso a partir de Tercer Grado de Preescolar, por lo tanto, padres y maestros están más pendientes de que esté proceso se consolide. Y me ha ocurrido en mi quehacer laboral, que algunos padres se acercan preocupados ante el aparente “Desfase” de su hijo a comparación al grupo. Sí bien, algunos niños lo adquieren antes de ingresar a Primaria, hay otros  que lo logran hasta Primer o Segundo grado,  incluso un Tercer grado. Entonces, ¿Qué edad es la óptima para promover la adquisición de Lectoescritura?

Como punto de partida, considero que no debemos perder de vista la Etapa de Desarrollo del niño. Hablamos de desarrollo cuando el niño cumple con una serie de habilidades cognitivas, sociales, de lenguaje y motrices que se esperan a determinada edad, las cuales le permiten tener mayor autonomía, por ende, una mejor integración porque logra cumplir con las demandas del entorno. Cabe mencionar, que los factores biológicos (ej. Crecimiento físico) están intrínsecamente relacionados a la adquisición de los hitos del desarrollo antes mencionados. Por dar un ejemplo, no se puede enseñar al niño a controlar esfínteres, si no ha logrado la bipedestación; ¿Verdad que suena absurdo? Antes que se dé el control de esfínteres (a los 2 años), el niño ya pasó por ciertos hitos motrices en su desarrollo, aunque menos complejos para el organismo, pero imprescindibles para que dicho proceso se adquiriera. El desarrollo es progresivo, va de menos a más, así de absurdo es “enseñar” y esperar el aprendizaje de la lectoescritura en edad Preescolar puesto que hay una serie de “pasos” fundamentales y sucesos que se anteponen a las habilidades/ procesos cognitivos que se requieren para la adquisición de la Lectoescritura.

Cuando se subestima el que el niño viva su etapa como corresponde a sus necesidades que se observan generalmente a través de sus intereses; dejamos “huecos” en el desarrollo que más tarde repercutirán en su proceso de aprendizaje.

 

Como mencione, esto no quiere decir que el niño preescolar no lo pueda lograr; incluso desde mi experiencia, conozco niños que lo han logrado. Por lo tanto, tampoco debemos perder de vista el propio ritmo de desarrollo del niño como individuo. Sin embargo, cuando se subestima el que el niño viva su etapa como corresponde a sus necesidades que se observan generalmente a través de sus intereses; dejamos “huecos” en el desarrollo que más tarde repercutirán en su proceso de aprendizaje. Principalmente en el escolar, observándose un estancamiento en su desenvolvimiento cognitivo y social. En una ocasión, en consulta con unos padres de un menor que cursaba Tercer grado de Primaria, externaban preocupados las dificultades del niño para resolver problemas matemáticos correspondientes a su grado escolar. En sesión con el niño, explorando el motivo de consulta, pregunté que si me podría decir la hora que marcaba el reloj, respondió que no. Al terminar este primer acercamiento, le dije que al día siguiente por la tarde nos veríamos e hice énfasis en la hora de la cita. A lo que él respondió: “Muy tarde cuando no hay sol o muy tarde por la noche cuando hay luna”. La noción del tiempo es un proceso cognitivo de medición, por lo tanto, matemático y requiere que el niño tenga cierta capacidad de abstracción. El comentario, dejó entre ver como el niño aún cuenta con un pensamiento concreto y requiere consolidar operaciones de medición básicas a través de objetos concretos. Resultó que en sus años de escolarización siempre había estado matriculado a escuelas donde el uso del libro es la herramienta principal de enseñanza, incluso desde preescolar. Por lo tanto, el niño había memorizado algunos de los procesos, pero no comprendido.

 

La Psicología del Desarrollo es el mejor referente al considerar que:

el comportamiento del hombre se va conformando a partir de las peculiaridades y condiciones biológicas y sociales de su desarrollo. El factor biológico determina la base, el fundamento, el cimiento de las reacciones heredadas de cuyos límites el organismo no puede salir y sobre las cuales se va construyendo el sistema de reacciones aprendidas. (Lev Vigotsky, 1926, p.114).

Por lo tanto, “las necesidades y/o intereses” del niño preexisten al desarrollo y son observables en todo momento en su conducta.

 Al respecto, Jean Piaget también parte desde una evolución progresiva e integral como organismo, pero enfocándose en el desarrollo cognitivo. Piaget señaló que el modo en que los niños perciben y descifran los estímulos del entorno dependen de su desarrollo cognitivo a determinada edad. El niño a la edad de 3 años ingresa a su Educación Pre-escolar, cerca de los 6 años culmina. Entonces, el niño desde que inicia su educación Preescolar hasta los 7 años, según Piaget, se encuentra en lo que denominó la etapa Pre-operacional. Etapa que consiste en el desarrollo de aprendizajes a partir de la exploración de su entorno y su réplica en el juego. En lo general, los niños en esa edad se encuentran por terminar su Primer grado de Primaria e ingresar a Segundo y aún juegan a imitar roles, a utilizar objetos reales y darles un uso imaginario, se interesa por observar, preguntar y probar todo lo que sus sentidos perciben y sobretodo una necesidad de reproducir a través de sus creaciones (dibujo, manualidades, experimentos) todo lo que descubre. No obstante, el niño presenta dificultades para acceder a pensamientos y reflexiones de tipo relativamente abstracto. Ya que su pensamiento se basa exclusivamente en lo que literalmente puede ver, escuchar y sentir ya que aún no ha ganado la capacidad para manipular información por medio de la lógica e interpretar símbolos complejos (como las palabras). Por lo que el pensamiento es básico, por ello, realiza asociaciones simples, interpretaciones en masa e interioriza información concreta acerca de lo que existe y cómo funciona en el mundo. Por dichas razones, no se sugiere promover la consolidación de la Lectoescritura en edad Preescolar.

Ahora bien, cuando hablo de consolidación me refiero al significado textual que es el establecimiento fijo de un mecanismo, no a que el niño no deba tener sus primeros arrimos al sistema de Lectoescritura. Es responsabilidad del facilitador del aprendizaje (ya sea maestro, padre, cuidador)  presentar estímulos que sensibilicen al educando a la zona de desarrollo próximo. Término que Lev Vigotsky acuñó al nivel del niño en el logro de cierta meta, en cooperación con adultos o padres más capaces, para que se pueda predecir su posterior desempeño independiente en el logro de esa meta, en este caso que adquiera la consolidación de la lectoescritura. Es decir, el adulto es el encargado de crear las circunstancias y condiciones ideales que permitan al niño embonar el aprendizaje anterior y un proximal progresivo. Para ello, requerirá utilizar estímulos que despierten el  interés. Lee Thorndike dijo:

El interés es el motor natural de la conducta infantil, es la fiel expresión de una inclinación instintiva, el indicador de que la actividad del niño coincide con sus necesidades orgánicas. He ahí porqué la regla fundamental exige construir todo sistema educativo y toda enseñanza sobre la base de la consideración exacta de los intereses infantiles.

 

Todo aprendizaje deberá presentarse en una complejidad de acuerdo a las características biológicas, cognitivas y sociales correspondientes a la edad del niño. Las cuales no son ni más, ni menos relevantes en su formación, sino, que se hallan en estrecha conexión a sus necesidades y a procesos de aprendizaje próximos. Dijera Vigotsky: “Esto es similar a mullir la tierra antes de la siembra”. Por lo tanto, el niño en edad Preescolar, debe tener al alcance materiales que le permitan atender a las características del sistema de lectoescritura. Por ejemplo, los cuentos son una manera de leer y escribir para ellos, de modelar la funcionalidad del lenguaje escrito ya que a diferencia del lenguaje hablado, la lectoescritura requiere instrucción formal, por ende,  se debe despertar la curiosidad en el niño. Según Piaget: “El niño no almacena conocimientos sino que los construye mediante la interacción con los objetos circundantes”.

Otra manera es llevarlo a través de alfabetos móviles a crear relaciones entre sonido y grafía (letra), distinguir entre palabras cortas y largas, el acomodo de letras, contar letras, copiar y/o formar las letras en diferentes texturas (arcilla, plastilina, arena, harina, etc.). Mientras en Primer y Segundo año de educación Primaria, se considera un periodo de transición a funciones mas complejas como la habilidad de clasificación múltiple, es decir, logra entender que un objeto puede pertenecer a más de una categoría. Por ejemplo, que el perro pertenece a los mamíferos pero que también como característica categórica tiene que es un animal. Este proceso se da alrededor de los 7 años, y es un indicador de mayor maduración a nivel neurológico. A dicha edad, la mayoría de niños ingresan a Segundo grado y se espera que esté por o ya haya consolidado el proceso de Lectoescritura.

La bandeja es apta para utilizarla con arena u otro tipo de materiales. Por ejemplo: harina, sal, plastilina, arcilla, arroz, etc.

La arena y la caja se pueden adquirir online en los siguientes enlaces:

Sandbox: https://amzn.to/2RYMYH4

Arena cinética: https://amzn.to/2CZoDGr

 

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Licenciada en Psicología Infantil por Cetys Universidad, Tijuana. Especialidad en Trastornos del Neurodesarrollo. Ocho años de experiencia en Consulta Privada a Padres y Maestros. Actualmente, coordinadora de Dpto. Psicopedagógico en una Institución Educativa Privada.

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