El presente manual tiene como objetivo estimular el desarrollo integral del niño. A través de actividades que permitan un aprendizaje significativo. Las actividades están diseñadas partiendo de ciertas habilidades que se espera que ya posea en la edad preescolar y en cooperación con los padres, pueda avanzar en un desempeño independiente, integrando nuevos aprendizajes.

Asimismo, están basadas en los intereses del niño en dicha etapa del desarrollo, que consiste en que quiere explorar todo en cuanto tenga a la mano en su contexto y siempre estar en movimiento. Por lo tanto, se integran en una sola actividad aspectos para estimular el lenguaje, los sentidos, la motricidad, la cognición y la socialización.

El objetivo no sólo es proporcionar herramientas para complementar en casa el aprendizaje escolar, sino, que con la convicción de que es necesario la creación y mantenimiento de comunidades de aprendizaje para que el aprendizaje sea una realidad individual e institucional, y que las relaciones entre el desarrollo cognitivo y la educación, tengan una lógica para él.

Lev Vigotsky dice que el niño siempre juega, es un ser que juega, pero su juego siempre posee un gran sentido. Siempre corresponde exactamente a su edad y sus intereses, e incluye elementos tales que llevan a la elaboración de los hábitos y habilidades necesarias. 

Por otro lado, como padres suele ser una preocupación encontrar juguetes, materiales y actividades para que se mantenga entretenido y aprenda en casa. Por lo tanto, en ocasiones se hace un sobreesfuerzo económico y de energía que resulta innecesario a la hora de estimular las bases para el aprendizaje académico. Vigotsky aporta al respecto señalando que es interesante que el juego está tan fuertemente ligado a la fantasía que los niños prefieren los juguetes sencillos y “burdos” a los costosos y lujosos que no dejan lugar alguno para el trabajo de la fantasía infantil y demandan ser tratados con mucha prudencia. 

Un juguete costoso exige del niño una actitud pasiva y no es un objeto que puede servir como material adecuado para el desarrollo. Debemos tener en cuenta que, entre más experiencias reales, a través de diferentes materiales que les permita poner a prueba todas las funciones de su cuerpo coordinadas con sus sentidos, mejor se estará estimulando aspectos de la cognición, por ejemplo, como lo es la memoria. Función muy importante al momento de que tenga que aprender a leer y escribir.

Por lo tanto, las actividades se diseñaron de tal manera que no sólo partiera de las necesidades generales de la etapa, sino que, en el área cognitiva, se estimularán los prerrequisitos para la consolidación de la lectoescritura (Expresión Gráfica), es decir, actividades que permitan preparar para los aprendizajes que se iniciarán en su educación primaria, donde la memoria de trabajo es una de las funciones que principalmente se involucran en la adquisicón de nuevos aprendizajes.  

La memoria de trabajo es donde se da el procesamiento simultaneo de información e integración de ésta con otra entrante, tal como la lectura o el procesamiento de oraciones en el lenguaje oral requieren memoria de trabajo (Bender, 2004).

 Baddeley (1986) presentó un diagrama que explica como de la memoria de trabajo subyacen tres procesos que se ven involucrados en el proceso de adquisición de la lectoescritura. Primero denominó como Ejecutivo Central, la función que coordina a que focalice la atención e integre la información a la memoria de largo plazo. Segundo, el Circuito Fonológico, el cual es el encargado de que el niño procese el lenguaje y tercero la Agenda Viso espacial, que es donde almacena las imágenes.  A través de dichas actividades se estimula dichos procesos subyacentes a un nivel menor de complejidad pero que es necesario estimular puesto que son las bases que permitirán que la cognición del niño continúe evolucionando.